domingo, 11 de diciembre de 2011

EL JARDÍN CONVERTIDO EN DESIERTO

Con mis hijos.
El desierto de la Tatacoa, la segunda zona árida más extensa de Colombia después de la península de la Guajira, es uno de los escenarios naturales más atractivos de Colombia que ocupa 330 kilómetros cuadrados de tierra de color ocre y gris con pincelazos del verde de los cactus.
HISTORIA

Del jardín al desierto.
La Tatacoa o el Valle de las Tristezas, como la llamó en 1538 el conquistador Jiménez de Quesada, por los rastros de deterioro que notó en su territorio, no es justamente un desierto, sino un bosque seco tropical. Su nombre “Tatacoa” también se lo dieron los españoles, remitiéndose a las serpientes cascabel y no, como se podría pensar, a las culebras inofensivas de color negro. Como lo revelan los científicos, la Tatacoa durante el Período Terciario fue un jardín con miles de flores y árboles que poco a poco se ha ido secando para convertirse en un desierto.
Posteriormente el desierto fue conocido con el nombre de la serpiente de cascabel que habita la zona, inofensiva según la mayoría de las fuentes que he leído. Por el contrario los habitantes de la región previenen a los turistas sobre la serpiente tatacóa, y dicen que estos reptiles tienen la extraña capacidad de reconocer a los individuos con cáncer.
Los guías cuentan historias de personas a quienes nunca mordió una serpiente aunque jugaran con ellas en forma peligrosa y quienes posteriormente serían diagnosticados con cáncer. 
Estos relatos que se quedan al nivel de leyenda porque no hay fuentes directas con quién corroborar la información.
Pozos de agua donde según los habitantes hacen extracción del oro.













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